Hay muchos experimentos científicos que demuestran cómo el color afecta sobre las emociones y también sobre el cuerpo físico de los seres humanos.
Desde 2000 a.C ya el color se usaba para curar enfermedades en el antiguo Egipto, pero hoy nos resulta raro de creer simplemente porque no es algo de lo que se hable normalmente.
¿Por qué crees que esto es así? ¿Acaso no es interesante saber que además de todo lo que ya hoy conocemos, podemos usar el color para mejorar nuestras vidas?
El color puede mejorar la energía de nuestros espacios, ayudándonos a tener más paz, alegría o armonía, así como nuestro estado de ánimo si lo usamos en la ropa.
También la ingesta de alimentos de determinados colores puede ayudarnos a sanar distintas enfermedades dependiendo de la zona afectada.
Gracias a la cromoterapia hoy podemos entender que la aplicación de luz de determinados colores puede sanar dolencias que a veces son más difíciles de tratar con la medicina tradicional.
Cada vez son más los centros médicos y hospitales que están incluyendo en sus tratamientos actividades artísticas para ayudar a los enfermos a asimilar mejor los tratamientos recibidos, así como para tratar enfermedades mentales.
Para mí, todas las referencias cienctíficas que se pueden encontrar son más que suficientes para probar que el color tiene un poder inimaginable sobre nosotros y sobre nuestra salud, pero mi pregunta:
